Estábamos a unos metros de la entrada a la popular, pero con muchísima gente colmando todos esos pocos metros. Mi viejo me dice: “Cuando aparezcan, no te vayas corriendo, te quedas conmigo y vamos despacio” a lo que yo respondí con un gesto “jaja claro, claro. Me quedo acá y me pierdo el recital, claaaro”.
Promediando las 9 y cuarto, se escucha un sonido de guitarra y Mario dice: “Aparecen los Foo Fighters!”. En un segundo lo miré a mi viejo, le di el auricular y le dije: “chau, nos vemos”. Apareció una chica que no conocía, que estaba oculta dentro de mí. Al ver que la situación no mejoraba, la gente avanzaba muy lentamente y no podía ver nada, empecé a empujar, a decir: “Vamos, avancen... ya empezó...” no resultaba... empecé a llorar... Y llorando decía con mucha furia, casi gritando: “¡¡Vamos, córranse mierda!!” “¡¡Córranse la puta madre!!” “¿No ven que ya empezó? ¡Córranse la puta que los parió!”. Cuando estoy a punto de ver, tenía dos chicos, uno a cada costado que sostenían un plástico, que me tapaba y no podía ver. ¿Qué hice? Agarré el plástico por un extremo con mucha furia y desesperación y se lo tiré en la cara al otro pibe. A todo esto... yo estaba llorando, por la bronca de estar ahí y por culpa de la gente estúpida no ver. Me puse en un lugar y disfruté el recital, llorando las primeras dos o tres canciones. Y quebrada en algunas otras por la situación y por lo hermoso que se veía el campo.
Durante el recital, agité todo lo que pude. Canté, salté y grité como nunca. Mis ganas de estar en el campo, al momento del recital fueron enormes, no sólo por estar ahí cerquita, si no por el clima, la lluvia potencia todo, hace que todo sea más difícil... es decir, hace todo más rock. El hecho de las luces prendidas, hizo más rara la noche. Pero era comprensible por el temporal y el peligro que pueda ocasionar para nosotros y para ellos en el escenario todo obscuro y mojado.
De Foo Fighters no puedo decir nada que no haya dicho en la nota anterior. Estuvieron estupendos los dos días. Cada recital tuvo sus cosas, creo yo que el setlist del día 4 fue un poquito más rockero que el del día 3. Por el hecho de que Dave quedó solo en el escenario haciendo “Wheels”, que el 4 no la tocaron, además porque el 3 tocaron “I Should Have Know”, esa hermosísima canción en honor a Kurt (la primera vez que la escuche con la letra, lloré... soy una llorona, ¿no?). Es decir, que Foo Fighters estuvo impecable los dos días, en cuanto a como tocaron, no hubo diferencia, salvo un pequeño deterioro en la voz de Dave, que se notó un poquito más afónica. Pero más allá de eso, genial.
Ahora bien, párrafo aparte para los caretas de platea (es una generalización, no es para todos los de platea, es para algunos en particular, algunas cosas que miré de reojo). Voy a tratar de hacerla corta... Ahí vamos: Entiendo que no toda la gente es igual, es más, toda la gente es distinta y cada uno lo vive a su manera. Por alguna extraña razón (estoy siendo irónica) los que van a platea son los más tranquilos, o los que no se bancan mucho el apretuje y lo que se vive en el campo. Pero no me gusta para nada, para nada, la gente joven que esta en un recital de Rock (y más de Foo Fighters) parada sin hacer nada, o a veces cantando en voz baja, o por ahí levantan una vez el brazo y gracias. Loco... ¿estás viendo a Foo Fighters o a Serrat? Movete! Disfruta! Viví un poco! Me molesta mucho eso, ni los ingleses son tan fríos! Será que yo no puedo, bajo ningún aspecto ser así, y me nace del alma agitar como loca. Por eso, he llegado a la conclusión, que en recitales así, de este tipo de banda, no puedo estar en platea o general. Una por lo lejos, ya que si me gusta mucho me dan ganas de estar más cerca, y otra por ese tema que expliqué. Además, yo soy muy pasional, me gusta sentir el calor (en sentido abstracto, no en el sentido de temperatura) que se vive en el campo. Y esa pasión que viví el 3, lamentablemente no la viví el 4. Por eso, es que digo que la pase mejor el 3.
Termino de una vez, esto se hizo muy largo, pero era algo que deseaba explicar (aunque acoté algunas cosas). En síntesis, amo el rock: es mi vida; amo los recitales de rock: son el lugar para descargar y reponer energía; amo lo que se vive en el campo: la pasión, la entrega, la energía, el amor a la música, etc.; amo a los Foo Fighters: son mi segunda banda favorita.
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