¿Quién lo diría?

¿Quién lo diría? Lo que ni se me cruzaba por la cabeza hace un año atrás que me podría llegar a pasar. Me pasó. Así es como estamos hoy. ¿Qué me deparará el destino? ¿Más sorpresas señor destino? De este estilo, no quiero más si es posible. 

A veces me pregunto, ¿Esto será para mejor? ¿Será para peor? ¿Qué es lo que me depara el año?... Son sólo preguntas, de las cuales no encuentro respuesta.

Me duele profundamente lo que me pasó con ellas. Estuve durante mucho tiempo dolida. E incluso mucho más de lo que ellas se imaginan. Esto no es fácil para mí. Calculo que para ellas tampoco. Pero no les pareció importar. Más a una en especial, que hace unos meses nada más, seguía siendo mi mejor amiga. La que bancaba en todas y ponía las manos en el fuego por ella. Y que yo no me dejaba influenciar por comentarios que escuchaba de otros. Por una u otra situación. Yo seguía fiel a ella. Hasta que pasó algo y de a poco fui abriendo los ojos. 

La verdad, si es para hablar de esto, tengo mucho que contar. Pero prefiero no hacerlo. No quiero cometer el mismo error otra vez. No quiero por nada del mundo decaer en lo mismo. Aunque creo que ya esta todo perdido, o por lo menos por el momento. Es una lástima...