El día sábado 4 de febrero, viví uno de los días más lindos de mi vida. Y no. Esta vez no fue un recital. Tampoco conocí al "amor de mi vida", no tuve hijos ni nada de eso. Fui a la cancha por primera vez, a ver un partido. No oficial, no amistoso, un homenaje... pero partido al fin. Siempre quise ir. Si hay algo que estoy 100% convencida desde que tengo uso de razón, es de querer ir a la cancha. Toda una vida insistiendo, primero a mi mamá, la más dura de convencer para eso. Luego, una vez que por fin me "dejan", no puedo ir la cancha porque no soy socia, no puedo (totalmente injusto, texto REcontra aparte). Gracias al Titán, esta vez no por sus goles, si no porque gracias a ese partido que a mucha gente le pareció insignificante, a mi me dio la oportunidad de ir a la cancha como espectadora.
¿Qué decir de la Bombonera? Hermosa. El Templo... late! Había ido otras dos veces antes, pero al museo y de ahí al paseo por la cancha y vestuarios, pero nunca de esa forma.
¿Qué decir de la 12? Me quedé enamorada, si. Una cosa es lo que se ve por la tele, otra cosa es verlos ahí. Yo quiero ir ahí con los muchachos! (la única forma de que me caigan bien los cumbia -como los llama Iorio- es cuando alientan a Boca jaja -no soy facho, ok?-)

Salir del partido, ver a muchos de los jugadores del plantel actual y otras glorias de Boca fue genial. Pero más lo fue cuando el Titan se subió al micro descapotable y saludó a todos. ¿Qué hicimos con mi viejo? Seguirlo! Obviamente... Esos segundos cuando me miró y me saludó, fueron tremendos. Y sí, otra vez, ese hombre que siempre vi por televisión, haciendo goles para mi equipo y dándonos tantas alegrías, me miró y me saludó. Esta estupidez que cuento, me hizo más feliz de lo que estaba... y ahí va la pregunta... ¿me conformo con poco? Que un tipo me mire y me salude, y ya feliz? Si, así es.
Explicarle a alguien que no entiende, que no sabe de fútbol, o que simplemente sabe, pero que no le da importancia, la dimensión de la pasión que uno tiene por su equipo... Es tan difícil, pero tan difícil, que a veces parece insólito. Mi madre, piensa que soy un varón, a veces me llaman roberto (Titulaban los diarios: "un chico confesó su género por su propio blog!" jaja) Fuera de bromas, enserio, soy mujer... y si, mal que les pese, me encanta el fútbol, lo adoro, y Boca es el corazón de esa pasión. Adoro ver partidos, adoro ver los programas que hablan de fútbol, ni bien llego a mi casa después del colegio, lo que pongo es Estudio Fútbol, adoro estar al tanto de las últimas novedades, los pases, resultados, todo. Adoro ver programas que pasen partidos del año del jorapa de Boca, una conversación muy frecuente en mi casa es:
Mamá: Mica, que estas viendo?
Yo: Un partido del año 1981 que Boca salió campeón..
Mamá: Estas loca!
No sé, quizás lo estaré, pero eso me encanta, y no lo puedo evitar. Lo mismo que levantarme a las 5 de la mañana para ver un partido de tenis, si, soy capas y lo he hecho. Y no me arrepiento para nada.
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